La sala está perfectamente habilitada para Biodanza, espaciosa, climatizada, con suelo de tarima y una instalación de sonido soberbia, también contamos con cojines, mantitas y un punto para tomar café y/o infusiones.

Se localiza en un precioso entorno de huerta y tiene un buen aparcamiento (en el Carril Juanes a unos 20 m. de la Casa de la Piedra a la izquierda hay un solar que hace las veces de aparcamiento).

Si vienes desde Murcia ciudad. En la carretera que va de Torre de Romo (donde estaba el famoso paso a nivel de las protestas en Murcia) a la pedanía de Algezares, después de pasar la iglesia del barrio El Progreso (queda a la izquierda), hay un semáforo con un cruce grande a la izquierda que tienes que tomar.

Si vienes desde la autovía de Murcia te recomiendo que tomes la salida 148 con indicaciones «La Alberca – El Palmar» y que a partir de aquí busques y tomes la Av. 8 de octubre, o «Costera Sur», hasta su final en la rotonda donde tomarás la segunda salida (a izquierda en el sentido de desde donde vienes). Por esta carretera, tras el subibaja que salva el cauce del Reguerón, a unos cientos de metros encontrarás el primer semáforo, teniendo que dejar la vía por la que vas y tomar la que sale a la derecha.

Por ese cruce que has tomado se va al bar Culturas junto al cual la carretera gira en ángulo de 90 grados a la derecha (NO, no hay que seguir recto), de modo que aunque no lo parece continuas por la vía principal y a 300 m. aproximadamente a la izquierda sale el carril de Juanes al final del cual está la vivienda en cuyo jardín se encuentra la sala.

Para aparcar, en el carril de Juanes, al final del cual está la casa en la que damos la sesión de Biodanza, hay un solar a la izquierda, unos 30 m antes de la casa. Es el mejor sitio.

Te esperamos.

Para comprobar si Biodanza es o no nuestra herramienta suele hacer falta asistir a varias sesiones. 

Biodanza es una técnica que toca las emociones, por lo que resulta complejo y difícil tener una idea de cómo de bien nos puede hacer hasta que no llevemos cierto número de sesiones. Los motivos de esto están en que, normalmente, para sentir bien los efectos, se requiere estar suelto y relajado en la sesión, y esto a veces solo se consigue habiendo practicado durante un mes o más.

También es habitual que al principio levantemos una serie de barreras defensivas, pues es difícil abrirnos emocionalmente (a los demás y a nosotros mismos), barreras que nos impedirán disfrutar y sentir adecuadamente los efectos de Biodanza, y que solo se van a ir relajando con la práctica y la confianza creciente en los demás componentes del grupo.