La verdad es que las pruebas apuntan por ahí, la familia, una institución en crisis,  el desempleo, qué dificil «ganarse la vida» competencia, agresividad, explotación …  el consumo de calmantes y anti-depresivos que no deja de crecer, las tensiones políticas de todo tipo, las mareas migratorias que huyen de sitios donde todo es aún mucho peor … y, por si nos faltaba algo, de vez en cuando pandemias que ponen todo patas arriba y se llevan por delante vidas e ilusiones, vaya panorama.

Ante todo esto tenemos una herramienta formidable: nuestra actitud.  Está en nuestra mano agachar la cabeza y sufrir o bien conseguir que las dificultades actúen de estímulo, que nos hagamos resilientes, para acceder a una vida plena, pese a la adversidad. 

Biodanza no es la panacea, es una herramienta más, pero una que nos puede ayudar a  darle la vuelta a la tortilla, de agujero negro a estrella radiante. No, no lo vas a conseguir en dos días,  y requiere que venzas la resistencia que se produce cuando te enfrentas a ti mism@, pero la combinación de música, danza libre y grupo humano es irresistiblemente efectiva a la hora de ayudar a dar sentido a nuestra vida.

En definitiva Biodanza es la herramienta perfecta para conseguir aquello de «ser tú el cambio que quieras para el Mundo».

Con la práctica regular de Biodanza se avanza en el camino de la integración de la voluntad, la emoción, la acción y el pensamiento, y la renovación del vínculo original que los seres humanos teníamos con la Vida, que se está perdiendo en las sociedades avanzadas.

Esto se traduce en que nuestra vida mejora, tenemos más alegría vital, recibimos y damos más amor, reducimos nuestro estrés y ansiedad, mejoramos nuestra autoestima, si somos tímidos podemos ir superando poco a poco nuestra timidez, trabajamos la asertividad, la capacidad de establecer límites desde la afectividad, trabajamos los apegos patológicos, modulamos nuestra sensibilidad en función de nuestras necesidades, mejoramos nuestra capacidad de compromiso, nuestras habilidades sociales para estar en grupo, reforzamos nuestra identidad, pero a la vez mejoramos nuestra capacidad empática, y una larga serie de ventajas que nos van a permitir disfrutar mucho más plenamente de nuestra vida.

El objetivo de Biodanza es integrar los aspectos creativos, vitales, sexuales y trascendentes del ser humano a través de la afectividad, sin que dicha integración suponga caminar en un sentido distinto del que el/la biodanzante elige como propio en su vida. Da igual cuál sea tu credo, tu forma física, tu género u orientación sexual, si estás casado o soltero, si hay personitas que han llegado al mundo gracias a ti o nadie te llama aún mamá o papá … Si bien se toma su tiempo, Biodanza funciona, siempre.

Dicho así parece algo sencillo, pero te pido que reflexiones sobre en cuántos momentos de tu vida has podido liberar tus emociones en un entorno afectivo, controlado y seguro. ¿ Cuántas veces no hemos escuchado aquello de que nos hace falta un manual de sentir la vida, que nos han traído aquí para que disfrutemos del momento pero se han olvidado de las instrucciones de cómo hacerlo ?  Pues eso es lo que pretende hacer Biodanza: la presentación que el facilitador hace de cada vivencia, la música que vas a escuchar, tu danza personal, y la interacción con los compañeros, van a sacar lo mejor de ti mismo, pero también te van a recordar lo que menos te gusta de lo que hay en ti, para que tú, porque sólo tú puedes hacerlo, pongas cada cosa en su sitio, te sientas como un ser integral, para que vuelvas a ser quien dirige tu vida.

Así que vamos a permitirnos ser nosotros mismos, empezando por desvelar el ser que se halla en lo más profundo de nuestro interior, y a recorrer el camino que lleva exactamente ahí, desembarazándonos de capas tóxicas, de culpas limitantes e inútiles, de corazas que en lugar de proteger aíslan, para conseguir expresarnos en libertad, para alcanzar la autenticidad que llevamos dentro, para SER, sin más adjetivos. 

En definitiva, a lo que Biodanza te va a ayudar es a sentirte a ti mism@, es posible que a partir de ahí también a conocerte a ti mism@, y por fin, y cerrando el círculo, a ser tú mism@.